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Mostrando entradas de junio, 2019

TELEDIARIO.

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La mujer muerta a manos de su marido.  El niño que mató a sus padres y luego hizo un baile de Fornite.  El canibal que guardaba a su vecino en tuppers.  Una ballena varada con kilos de plástico en el estómago.  La modelo famélica le es infiel al torero  con un tronista analfabeto.  Otra mujer asesinada, esta vez por su novio celoso.  El incendio provocado por un pirómano falto de cariño.  Los padres que piden justicia por la desaparición de su hijo.  La policía buscando pistas en la basura.  El político pide votos, el político promete,  el trabajador pierde.  El comisario casposo y su cuaderno acusador, y su lengua viperina.  Nuestra señora de Paris es humo y pavesas góticas, Quasimodo llora desconsolado.  Tercera mujer muerta en lo que va de mes, el asesino: un ex amante despechado.  El jugador de fútbol que no mete y hay que venderlo.  El actor porno que de tanto meter es hallado muerto con látex en la gar

LAS NIÑAS DE PAPÁ.

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Las niñas de papá siempre tienen razón y muchos seguidores en Instagram. Tras sus pasos andan los tíos buenos, las feas que buscan algo de belleza. Sus madres han de contratar detectives privados que les informen de esas noches caucásicas que viven las niñas de papá, donde todo y nada se parece a un boceto mal pintado de Picasso. Las niñas de papá juegan con los rayos del sol mientras caminan por la calle, mientras hablan contigo y fingen prestar atención a tus vanos intentos de seducción. Muy firmes y seguras son las niñas de papá, beben ginebra de la botella más alta del anaquel, muchachas impúdicas y apasionadas creyendo que la vida es un talón en blanco. Las niñas de papá sólo visten desenfreno firmado, altos tacones espaciales, logotipos de engaño y oropel. Las niñas de papá agonizan en los escaparates de las avenidas más pijas de París. Las niñas de papá viajan por el mundo en aviones baratos y peligrosos, conociendo todo tipo de personas que más

NADA VOLVERÁ A SER IGUAL.

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Las noches con sus ojeras desmesuradas. Los días con sus eternos e inciertos soles. Mis libros y las horas intempestivas para leerlos. Mis poemas y los oídos a los que van dirigidos. Las alegrías de los viernes por la noche. Las tristezas de los ásperos lunes. Mi embriaguez festiva y facilona. Mi sobriedad de la que no quiero ser amigo. El sueño que creía inmutable y dejó de serlo. Las pesadillas febriles con monstruos en el armario. Mis inútiles mentiras, ya olvidadas. Mis verdades que no convencieron a nadie. Las heridas abiertas e imaginarias. La mercromina que cura y es tu sonrisa. El tiempo que nunca más será perdido. El espacio, diminuto de repente. Las monedas de mi bolsillo no gastadas en derroche. El oro que acuñé reposando en las estanterías. La vida, tan dolorosa como siempre, la muerte, con la que no quiero tratos. Mi derrota tan cacareada, tan remediable. Mi victoria, que lleva nombre de mujer. Los motivos por los que vivir, por los qu