Si tú no fueras tan yo.
Hoy es tu cumpleaños, ¡quién lo diría! Cuando naciste nadie daba un duro por ti y ahora andas por los veintiocho. Se equivocaron contigo, no sabían de lo que eres capaz, y eso que desde muy pronto ya empezaste a enamorar con esos ojos que esconden tan bellísimo misterio. Nunca tuviste una vida fácil pero has salido adelante con humor, con altivez, con digno solipsismo, sino mírate aquí, escribiendo solo. Lo que más me gusta de ti, después de tanto fracaso a bordo sigues riéndote como si nada, te mueves entre la gente, pierdes, recuerdas, amas, como si en realidad fueras uno mas, pero tú y yo sabemos que no es así, siempre fuiste diferente. El otro día abrí un cajón olvidado y saqué unas cuantas fotos amarillas, carretes del siglo pasado que la gente mandaba revelar, y ahí estabas tú, pequeño, preocupántemente flaco, desmañanado, y tu sonrisa, limpia, color cadmio, desordenada, y eso que por aquél tiempo el mundo jugaba a ponértelo difícil, pero siempre ofreciste tu mejor son