Si tú no fueras tan yo. XXIX
- ¡Otra vez tú por aquí! Este espejo es un pañuelo. Hacía casi un año que no hablábamos. - Ya ves, cada 26 de febrero me toca aguantarte. - No tienes mala pinta, diría incluso que estás mejor que el año pasado. Con lo que tú has sido, no vayas a decirme ahora que te cuidas y toda esa mierda... - Un poco, sólo un poco. No te asustes. La verdad es que este año he cometido menos disparates... Uno se hace mayor. - ¡No me jodas Marcos! ¿En qué te quieres convertir? ¿En un tipo que se hace análisis y sale a correr por las mañanas? Mírate coño, ahí en calzoncillos, recién desayunado, estás estupendo, tienes mucho Rock and Roll en las venas. Que le jodan a los matasanos, y al colesterol, y a la tensión... Tú morirás un jueves cualquiera... - En París, con aguacero. - Exacto. Por cierto, me contaron que hace poco te vieron por París. ¿Cómo fue? - Demencial, soberbio, insuperable. Imagínate, yo, en París. Pasear por esas calles llenas de frío y buhardi