A una actriz porno.
Naciste para dormir sin pijama,
pronto tu apetito fue diferente,
hasta yo pasé por tu cama
una noche de miembro creciente.
Probaste el amor en todos los rincones;
ascensores, probadores, bibliotecas.
La más puta de todos los pendones
la menos dolorosa de todas las jaquecas.
El barrio pronto se te quedó pequeño,
arrodillados estábamos frente a tu contorno
libre de estrías y gravedad, libre de dueño,
cuando te fuiste a triunfar en el cine porno.
En tu escaparate da igual
el sexo, el número, la edad.
Pornstar: líbranos del mal
amén, de tu húmeda maldad.
Quítate ese tanga amarillo,
deja sin usar la tramoya,
Aquí me lo pongo sencillo,
este verso rima con polla*.
Tu vagina es hábil estratagema,
experta en Gang Bang, Bukake, Misioneros,
arreglas hasta un mal poema
porque eres algo más que tres agujeros.
Que tengas un orgasmo
antes de que el dire grite acción,
que te libres del quiasmo
de la envidia y la dilatación.
Multiorgásmica incitadora de baipás**,
enfermera, muselina, lenguaraz.
Que encuentres el amor detrás
del maquillaje con semen de tu faz.
Contigo en pantalla no hay quebrantos,
tan sólo fluidos, látigos, quitapenas.
Lo escribió uno de tantos
que se toca viendo tus escenas.
*Licencia poética.
** Ya que lo ha aceptado la Real Academia...
Marcos H. Herrero.
Muy bueno, sí señor. La actriz porno, más generosa de cuanto el elenco pudiera creer, ingresa así en la literatura, cumpliendo tu poema todo el reconocimiento que en él expresas.
ResponderEliminarLa creación literaria y la vida vuelven a coincidir para nuestro deleite.
Un abrazo, Marcos, y buen fin de semana.
Diablesa,
ResponderEliminarnovia de nácar,
ave,
trigo,
espuma
valle,
mar,
carne, furia, sueño, llanto...