Libros.
Aunque amaneció nublado podíamos dar un paseo, no me digas que no, es fiesta, está todo hecho y tal día como hoy murieron Shakespeare y Cervantes, los libros salen a la calle. Vístete, nos esperan en los soportales de la plaza Mayor, así que no te preocupes por la lluvia. Hablaremos de escritores locos y de ciudades que no hemos visitado, me emocionaré al contarte como un literato quiso entrar en el despacho oval con su capa del revés, iremos al pasado para traernos de vuelta versos ambarinos, historias mojadas, compraré algunos libros y escaparemos del viento mientras vamos de un lado para otro. Ya de vuelta en casa podríamos oler las páginas, colocar los libros en la estantería, podríamos secarnos. Acepta el guiño, coge mi mano, te prometo que la pasaremos bien. Antonio Gala y su Manuscrito carmesí , la revista Pangea no vale un penique, Los enamoramientos visten un organdí que cae a la letra de Bryce Echenique. Los heraldos negros del otro Valle