Brindo por ustedes (III)



El tráfico, los turistas, este calor soporífero y la banalidad de una vida como las demás han hecho que llegue tarde al aniversario del blog. Disculpe mi tardanza, cuesta quitarse de encima la redundante rutina de los días laborables. Excusas aparte, aquí estoy, en el bar donde borracho recito la palabra gracias como una letanía que me viene demasiado grande. 
Hacer balance de mi falta de talento en este año es un ejercicio insondable y altanero, me limitaré a escribir cómo y dónde cayeron los Relámpagos, que cada cual juzgue como quiera. Más tarde dará comienzo el brindis. 
Sin la más mínima vanidad de autor y sin el más mínimo proselitismo he de decir que bellas y obsecuentes historias pasaron por aquí; un niño que camina con hambre hacia calles hostiles, pesadillas aterradoras donde mis versos se perdían en un olvido desmesurado, Relámpagos que alumbran las noches de un diciembre insomne, la poesía respondiendo preguntas capciosas que nunca nos hacemos, los primeros corruptos de España, (Felipe III, el Duque de Lerma, María Cristina, véase Harto de corrupción y memes) vidas pasadas llenas de Historia, derrota, soledad, desamor, la revolución desgastada y anacrónica de un Fidel Castro que por estas fechas anda cumpliendo 90 años, el impasible y malo Inocencio X pintado por el sincero y portentoso notariado Velázquez, escribimos al terror para contarle que nunca podrá con nuestras ganas de vivir, brotaron carcajadas por el analfabetismo recalcitrante de los llamados tronistas, Amy Winehouse y Woody Allen vinieron a salvarme, subimos al ring para que Nai Khanom Tom nos diera KO, hasta inhumé poemas que ya no recuerdo. Y mis literatos, mis amados literatos, Cervantes, más vivo que nunca, Virginia Woolf a la que perseguí por Londres, Emmanuelle Carrère y Felipe Benítez Reyes de los que hay más en mi letra de lo que merezco. También mentí contándoles que este año habría libro, aún no tengo una obra que una vez publicada me haga dormir medianamente bien por las noches. De momento habrá que conformarse con este  detestado blog, lo más hermoso y valiente que ha podido hacer ese niño desvalido que mira desde un ayer demasiado presente. ¿Qué más se puede pedir si todo lo demás no me interesa?

A veces la vida te pone en extrañas tesituras. El trabajo, el hastío y la repetición de los lunes quedan lejos del mar. Es entonces, ante ese olvido sordo de la felicidad, cuando salgo de casa rumbo a mi bar favorito para emborracharme, para escribir en servilletas, para llorar por las musas que se fueron y nunca volverán, para reírme de la mediocridad, para brindar por ustedes. Que comience el chinchín. 

Por mi novia-manager que me aguanta y me corrige, que me admira y me quiere tanto como yo la quiero y admiro a ella. Afortunados mis labios que albergan tus besos. (Trago)
Por Greta. Por Sabi. Que me dejan perplejo todos los días con su belleza y sus ganas de vivir. Sin vuestro maullido ya habría muerto. (Trago)
Por ese tipo del espejo que se confunde a cada paso que da. Jamás, repito, jamás aciertes con la tecla correcta. (Trago)
Por Lili Marleen que quiere un novio poeta. (Trago)
Por Karima que abre su corazón a este rapsoda irredento y gasta tiempo en leerme, tus comentarios, aparte de hacerme pensar, son gasolina para mi letra. (Trago)

- ¿No cree que ya ha bebido suficiente?

- A un borracho nunca se le dice cuando está demasiado borracho, vete a mover la coctelera o a fotografiar gin-tonics y deja aquí la botella. 

Por las personas que se camuflan detrás de los anónimos para adularme, para odiarme, ojalá un fogonazo de valentía electrocute vuestra cabeza y firméis con el nombre correcto. (Trago)
Por aquellas otras personas que entran aquí de puntillas, siempre agradecido de vuestro silencio. (Trago)
Por mis indignos enemigos, les diré que el bloqueo en Facebook es una herramienta para que las niñas de 15 olviden a sus primerizos e imborrables novios, nada más. (Trago)
Por las tormentas extemporáneas que llenas de relámpagos golpean mi ventana y me hacen sentir un poquito más cerca del parnaso. (Trago)
Por Vallejo, por Neruda, por Luis García Montero y George Brassens. Sobran palabras, faltas tragos. (Trago largo)

Y así, beodo y desarmado, uno vuelve a casa, sorteando imprevisibles gatos y farolas, que diría Ángel González. Con las lágrimas enjuagadas y los bolsillos llenos de versos ilegibles escritos en servilletas de "Gracias por su visita".


      Marcos H. Herrero. 

Comentarios

  1. Querido Marcos, enhorabuena por tu tercer aniversario como bloggero. Lo cierto es que echaba de menos tus relámpagos y me alegra saber que no me has abandonado. Desde aquí, me permito la licencia de darte un consejo, haz lo que tengas que hacer para sobrevivir en este mundo y en esta sociedad consumista, pero no te dejes absorver por ella. Mantén siempre tu esencia, haz aquello que te define, que te gusta, que amas, que te distingue de la vorágine de la masa insulsa. Escribe, compón, lee, descubre, viaja, bebe, folla, ama. Haz aquello que hace que tú, seas tú.
    Felicidades de nuevo por ese tercer aniversario y te devuelvo las gracias, para que sigas siendo aquella lucecita que nos trastoca la conciencia con tus palabras. Nos vemos en el cuarto aniversario.
    Un abrazo.

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  2. Intuía que el “Brindis” estaba al caer…y no sabes lo que me alegro por el tercer aniversario de tu blog.
    ¡Larga vida a los Relámpagos y a los poetas grandes como tú! Porque escribes maravillas con los malos tiempos, porque a golpe de versos vas moldeando cada piedra en tu camino y nos das lecciones, sí señor, lecciones magistrales, porque rechazas los absolutos y no te pierdes en lo intrascendente, porque caes cada octubre y sin embargo te vuelves a levantar mirando al horizonte, con fuerzas para seguir adelante y dándonos ejemplo de coraje, porque sabes como nadie que los años/aniversarios merecen ser celebrados …y los fracasos también con un buen trago en tu bar favorito y servilletas mágicas que nos hacen volar muy alto con tu poesía. Yo también brindo por ti y por ese libro que llegará, claro que sí, llegará y lo disfrutaré como cada entrada que nos has regalado estos tres años.
    Mil gracias por tus cariñosas palabras, querido Marcos, y que sean muchísimos años más de Relámpagos y de amistad.
    Un fuerte abrazo.

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  3. Pasaba para dejarte un abrazo y desearte un feliz domingo.
    Se te echa en falta, Marcos. Cuídate.

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