Y mientras esto pasa.


En Marsella un hooligan pega a otro hooligan
con un puño americano, con una silla de terraza,
con su retraso mental, con su ignorancia. 
Las banderas vuelven a ondear en los balcones,
la ciudad se detiene ante el portentoso y magistral
                                     regate de Iniesta. 
Alguien fotografía el escote de una modelo;
mujer florero del futbolista que marca un gol. 
Sergio Ramos canta un himno vergonzoso,
un catalán independentista salva a España de cabeza,
y Cristiano sigue siendo el arrogante que no sabe
                                      perder ni ganar. 
El telediario habla de terrorismo e inseguridad,
de segundas y terceras elecciones, de corrupción. 
Cafeterías y bares se adornan con dos colores,
la gente discute delante de una pantalla gigante,
esperando un resultado que nos haga olvidar
las horas extra, los recibos, el endeudamiento. 

Y mientras esto pasa. 

Francia lucha en la calle por sus derechos
dandole por el culo a las políticas de austeridad
que nos imponen desde la inútil y avorazada Bruselas. 
Debido al encono y a la huelga general
los aviones no llegan, los trenes llegan tarde,
y el ayuntamiento de París contrata empresas privadas
para limpiar la dignidad de los trabajadores. 
Una mujer se enfrenta a los antidisturbios,
la policía hiere de gravedad a un fotógrafo. 
Por las bajadas salariales, por los despidos colectivos,
por una reforma laboral copiada de la de España,
alguien rompe un escaparate,
alguien incendia el coche de unos gendarmes,
huele a humo en la plaza de la revolución,
y a Manuel Valls le cuesta tragar saliva. 
Los telediarios apenas nos hablan del caos,
quieren que sigamos en la inacción de la Eurocopa. 
                                              Gooooool.                          

       Marcos H. Herrero.

Comentarios

  1. Has hecho una radiografía excelente de la situación.
    La lucha en la calle es imprescindible, pero hay límites infranqueables. Porque hay que ser muy cretino para atacarse a un hospital infantil –el emblemático hospital Necker para niños enfermos-, reventar los cristales, “taguear” los muros y desatar el pánico en un entorno hospitalario ya de por sí cargado de angustia y aflicción.
    http://www.lemonde.fr/les-decodeurs/article/2016/06/15/degradations-a-l-hopital-necker-ce-qu-il-s-est-passe_4951016_4355770.html
    A ver qué pasa esta noche. Todavía no me he recuperado de la derrota en Champions…
    Un fuerte abrazo y buen finde, Marcos.

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    Respuestas
    1. Ambas partes se han sobrepasado. Reconozco que es un tema muy fangoso, pero me conmueven esas manifestaciones no violentas, ese cachito de revolución no sobrepasada, la lucha de los trabajadores, el golpe en la mesa. En España todos los políticos, repito: todos, se ríen de la población y nadie hace nada.

      Escribí unas palabras después de la final de la Champions, en cuanto tenga tiempo y las subiré, que para mí esas derrotas no pasan desapercibidas. Un abrazo Karima.

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