Harto de corrupción y memes.





Traigo la solución para España, un Relámpago que hará menos indigesto el telediario. Miren la foto de esta entrada, mírenla bien, desde aquí propongo hacer lo mismo con todos los políticos, empresarios, urdangarines y mafiosos que intenten agarrar un euro de dinero ajeno. La cosa sería fácil, pondríamos de señuelo un contrato con comisiones desbordantes, o una licencia de construcción, o terrenos vírgenes de recalificaciones, o la campanita de la bolsa, o una caja fuerte de un banco en Andorra, y cuando algún tragapán resabiado se acercara ¡zas! Espalda rota. Se imaginan a Alfonso Rus entrampado encima de un billete de 500 con la lengua fuera, ¡qué placer para la vista!
Y es que ya vale, estoy empezando a creer que no hay un país en el mundo con unas noticias tan vergonzosas como las de España. Bajar al bar a tomar café y coger el periódico es leer páginas y páginas sobre casos de corrupción, ver cualquier telediario se me hace bola y las mañanas escuchando radio me tientan a sazonar con cicuta la comida. Caso Gürtel, EREgate, Bárcenas (con película y todo), Malaya, ITV, Nóos, Púnica y así hasta el infinito, más de 1900 personas en causas abiertas por corrupción. Con tales noticias a Wyoming le salen solos los chistes, su Intermedio no da abasto, así como Salvados: necesitamos más folloneros. A mí me da vergüenza ajena, ¿existirá alguien en este país que pudiendo habérselo llevado no ha metido la mano en el cajón del pan? Lo dudo mucho. Eso sí, no nos quitemos mérito, por cada caso de corrupción hay millones de memes y tuits, pero al momento oiga usté, ¿que la aforada Rita Barberá se lo lleva, que el líder de Ciudadanos respira fuerte, que el presidente del gobierno confunde palabras al hablar, que encarcelan a unos titiriteros? Pues nada, acudimos a Twitter y nos partimos el culo con las magníficas chanzas para la ocasión. A mofas no nos gana nadie. Tal vez sea esa nuestra esencia, reírnos de nosotros mismos mientras el barco se hunde. 
La historia de España siempre ha estado llena de políticos fracasados y analfabetos, no tanto como ahora pero sí parecido, desde Felipe III y su valido el Duque de Lerma, que trasladaron la corte de Madrid a Valladolid en 1601, para en 1606 volver a Madrid y así enriquecerse a base de la especulación de terrenos, pasando por María Cristina (me quiere gobernar y yo le sigo, le sigo la corriente) de Borbón, la casada con el peor rey que ha tenido España: Fernando VII, que tenía las narices en todos los negocios turbios de la época, ya fueran ferrocarriles o trata de esclavos, hasta llegar a estos tiempos de Ritaleaks que incluyen facturas en restaurantes de 2000 euros y en hoteles de 800. Todos ellos alcahueteados por una población ciega, sorda, manca, acrítica, sobornable y privada de trampas para corruptos. Pero no se apuren, aquí está la solución, con el cepo que vamos a construir ningún gobernante más nos volverá a tomar el pelo. 
Puestos a elegir en materia de corruptos, yo que soy muy Gila, prefiero los de los años 90, "Me habéis matado al hijo, pero y lo que nos hemos reído." No me comparen a Jesús Gil con el Pantojo, robó a manos llenas, sí, pero ¿y lo que nos hizo reír con sus grandilocuencias? Metido en un jacuzzi, con ese vocabulario chabacano, hizo de boxeador cobarde con el presidente del Compostela, hasta tuvo un programa televisivo, Las noches de tal y tal, eso era clase y no lo de la infanta, de haber nacido en Egipto hubiera vendido la pirámide de Keops. Ya que nos robas cuéntanos un chistecito al menos como hace Alfonso Rus: "Votadme y tendréis un Ferrari." Me parto. Y sino pues ya nos apañamos nosotros, el no parar llega a tanto que mientras escribo estas palabritas Rajoy, con gestos de palurdo, le niega la mano a Pedro Sánchez, ¿cómo no hacer befa de estas situaciones espontáneas que nos regala la élite intelectual del país? Lo del PP es perogrullesco, circense acaso o llámenlo como quieran, pero en casi ninguna parte del mundo seguiría respirando un partido político de semejantes trincones. Que nuestra clase política sólo sirve como fábrica de bromas es un hecho, y otro, que al pueblo sólo le importa el tuit de Dani Rovira. Somos como Pablo Iglesias en la gala de los Goya, nuestros andares son demasiado vallecanos para desfilar por una alfombra y el esmoquin falla a la circunspección. Pero no perdemos la majeza, esa majeza tan española, símbolo incólume de que aquí no se nos da bien preparar trampas para cabrones, que diga, ratones. Y al que no le guste que se joda, como dijo el excelente Miguel Gila: "Si no sabes aguantar una broma, márchate del pueblo." 


      Marcos H. Herrero. 

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