El que piensa pierde.

                  Para Arturo Pérez-Reverte,  perdonen el atrevimiento. 

Belén Esteban, pequeño Nicolás, Gran Hermano, el toro de la Vega, Paquirrín, clichés, morritos, postureo, ignorancia. BASTA. Ya estoy harto, ¿qué coño está pasando en este país? En serio. Nos estamos generalizando y no hay poesía. "Un vaso es un vaso y un plato es un plato." ¡No me jodas! ¿Soy el único que se muere de vergüenza cada vez que habla el presidente del gobierno? ¿Es posible que en España, después de un gobernante desastroso, voten a otro peor? Ni quiero, ni debería estar escribiendo sobre esto, pero ya no aguanto, la política es boba, corrupta, demagoga, siempre las mismas caras, los mismos eufemismos, las mismas patrañas, el telediario lo llenan personajes taimados, independentistas, no independentistas, coletas venidas a menos, banderas, debates maleducados, dinosaurios imbéciles que no saben ni la nacionalidad de una persona que ha nacido en España, políticos que por un voto son capaces de bailar La Gozadera. Y sales a la calle y todavía es peor, ejemplo; esta mañana de domingo, 27 de septiembre (elecciones catalanas), cuando voy al quiosco a por prensa y pan, la gente sólo habla de que Messi se ha lesionado. ¡Qué preocupación, Dios mío! Cataluña se quiere independizar a lomos de gobernantes chandosos, nos gobierna un presidente cascorvo, tenemos un paro terrible, la corrupción nos abrasa, y sales a la calle y lo primero que oyes es que un jugador se ha lesionado, y la gente haciendo cuentas para ver si llega a no sé qué partido. Yo no viajo mucho, pero me cuesta creer que esto pase en otros países, si alguien lee esto fuera de la frontera española, la catalana no, a esa le quedan unos meses aún, cuéntenos su opinión, le estaría muy agradecido. 

El que esto escribe no es ninguna lumbrera, sólo un ciudadano harto, de una ciudad chiquita, una ciudad donde apenas hay cultura, donde no se escucha a Mozart, o se habla de The Knick, o de un libro interesante, y no hablo del último libro de Jorge Javier Vázquez, ni el de Belén Esteban, récord de ventas y por los que la gente hace colas kilométricas en el Corte Inglés, me refiero a una cultura mínima, García Márquez, Mariano José de Larra o el gran escritor al que le dedico este encabronado artículo. Por cierto, hablando de Jorge Javier, el otro día, por motivos que no vienen al caso, vi un cachito del programa donde aparece este andrógino contestón, Sálvame, contaba que a un familiar suyo le preguntaban que donde trabajaba y el familiar respondía: "En esos programas donde si piensas pierdes." Los tertulianos presentes en el programa se reían de su analfabetismo, porque ya no es que sean tontos perdidos, sino que están orgullosos de su incultura, a mí la frase me pareció maravillosa, aplícase a España, aquí el que piensa pierde, es mejor ver Gran Hermano ¿ya van por 16? Telecinco es el peor canal del mundo, pienso que deberían retirarlo de antena, ¿pienso? Ya perdí. 

Volvamos a mi ciudad. De un tiempo a esta parte andan reformando un barrio de Salamanca, convirtiéndolo en una especie de Soho, con exposiciones de pintura y fotografía, libro-cabinas, (o como coño se escriba, esas cabinas telefónicas que en una parte está el teléfono y en otra unas estanterías con libros que la gente maltrata.) graffitis consentidos, frases estúpidas pintadas en paredes, bares donde se reúne la élite intelectual: jóvenes que parecen pobres, de padres ricos, es decir: chicas que visten raro, con pelo irregular o de colorines; chicos que no siguen la moda ni conocen la gomina, todos iguales con sus barbas desaliñadas, porque un chico afeitado es sospechoso, ambos grupos llaman al selfie autorretrato. Muy bohemio todo, y desde aquí aplaudo, pero yo aprendo más caminando por el rastro un domingo, entre gitanos y malhechores, que en el barrio más "culto" de esta "culta" ciudad. Con un Willy Toledo en España basta y sobra. 

El último libro de Pérez-Reverte se titula Hombres buenos, él hace poco en una entrevista dijo que aún quedan esos hombres, personas que realzan la cultura, que leen, que escriben, que componen, que pintan, la verdad es que cuesta creerlo, por la acera sólo caminan jóvenes atolondrados que no levantan la cabeza del móvil, y van al gimnasio para parecerse a alguien a quien nunca se parecerán. A veces me pregunto: ¿Alguno de estos zombies sabrá recitar un verso? Universidades vendidas, plazas fijas para familiares de concejales, ladrones impunes y un mundo donde es preferible tener suerte, o saber chupar una polla, que talento, o ser inteligente. Si alguien lee estás palabras le digo que piense. Pensad, pensad, malditos, aunque perdáis. 

       Marcos H. Herrero.