Bienvenidos a la tierra prometida.

Existen pocos lugares en el mundo con tanto odio como en la franja de Gaza. Son incontables las muertes que carga esa tierra tan llena de divinidades sordomudas y hombres crueles, así como las injusticias llevadas a cabo por el pueblo judío. Un pueblo frígido y puteado hasta por sus propios dioses. Vilipendiados, llenos de oropel y odio, torturadores, ocupan puestos importantes en las grandes ciudades, sionistas. Los demás somos escoria para ellos, siempre les debemos dinero, por eso fueron masacrados y expulsados de muchas tierras. Rectos, unidos, creen que son el pueblo elegido, de hecho, aún hoy esperan la llegada del Mesías, y mientras eso ocurre masacran, torturan y asesinan. No vaya a tomarme el lector por un fanático, no lo soy, también hay judíos buenos, por supuesto, y no es lo mismo un judío británico que uno israelí, pero espere a llegar abajo de estas palabras y luego me cuenta. 

La última operación que lleva a cabo Israel contra Palestina se denomina "Margen protector". Se puso en marcha debido a que Hamas (partido político palestino, considerado una organización terrorista por la mayoría de los grandes países, aunque fueron elegidos en elecciones democráticas. Crean escuelas, hospitales y orfanatos, y condenaron los atentados de Madrid, Estados Unidos o Jordania. Ya lo dije una vez: Ni los buenos son tan buenos ni tan compasivos, ni los malos son tan malos ni tan hijos de perra.) mató a tres jóvenes israelíes. Ninguna organización palestina reivindicó dicha acción, incluso el presidente palestino Mahmud Abbas condenó el previo secuestro de los jóvenes israelíes, pero nada iba a parar el odio israelí, ya tenían su excusa para otro genocidio, el mentiroso de Benjamín Netanyahu mandó llamar a 40 000 reservistas y dijo que Hamas era el responsable y que se lo harían pagar. 

Dicho y hecho. Los drones, sufragados por el gobierno de Estados Unidos, que entrega cada año a Israel tres mil millones de dólares en ayudas, bombardearon Gaza con su violencia teledirigida. Matando civiles. Madres, niños. Desde el año 2000 hasta hoy, 1520 niños palestinos han muerto por balas israelíes. UNICEF informó que cada año 700 niños, entre 12 y 15 años, son detenidos y sometidos a torturas sistemáticas por el ejército israelí. ¿Los nombres de los tres muchachitos israelíes muertos a manos de Hamas? Naftali Fraenkel, Gilad Shaar, ambos de 16, y Eyal Yifrah de 19 años. Cualquier persona en el mundo con internet a mano puede ver sus fotos. ¿Los nombres de los 1520 niños muertos a manos del ejército israelí? A quién le importa ¿verdad? Son muchos y nacieron en el lugar equivocado. Mientras tanto un soldadito israelí, bajo la protección de su cuartel, maneja a través de unos mandos, como si de un videojuego se tratara, un dron que acabará con la vida de más niños, él ve por una pantalla como asesina, pero no le importa a nadie, total, es un pueblo sin nombre ni fotos. Hoy miércoles 16 de julio del año 2014, mientras escribo estas palabras, cuatro niños han muerto en la playa de la Franja. Jugaban a fútbol. Les alcanzaron los proyectiles de una lancha de la armada israelí. No tenían nombre ni apellidos. Yo suspiro, maldigo, escupo y sigo escribiendo. Por cierto, ya que hablamos de información manipulada, ojalá remuevan conciencias los vídeos que circulan en internet de los soldados israelíes torturando a palestinos. Ojalá. Y que le den por culo a Israel y su moderno ejército, a sus armas nucleares ilegales, a su jodido muro, a Netanyahu y sus estúpidas palabras: "Ninguna presión internacional impedirá a Israel golpear a los terroristas". Das asco. 

En Gaza viven alrededor de 1,7 millones de Palestinos en 360 kilómetros cuadrados, tienen un 40% de desempleo, el 14% de los niños está en desnutrición. Bloqueados hasta tal punto que los soldados israelíes no dejan pasar medicinas ni ambulancias, ni tan siquiera agua, y si por casualidad consiguen pasar por los miles de controles, les disparan a las ruedas como aviso. Y de esa tierra sale de vez en cuando un misil que intenta hacerle daño a Israel, una bofetada en un combate desigual. El misil nunca llega a su objetivo, lo destruye antes la gran "cúpula de hierro" que protege a los israelitas, sino vean un día el telediario, las cifras de los bombardeos son alucinantes, bueno, menos las de Israel, que por armas de Hamas cuentan con un muerto. 

La cifra en Palestina es muy diferente, son ya 227 muertos. Los que quedan en pie buscan a sus familias entre los escombros, Obama y su secretario de estado John Kerry se ofrecen para negociar, es una bonita cifra de muertos para empezar a mediar. La aviación israelí lanza octavillas ordenando a los habitantes de Gaza la evacuación, ¿a dónde? A un campo de refugiados supongo, las octavillas no dicen a donde deben de ir. 

Sangre, tortura, horror, odio, injusticia, escombros, bombardeos, muerte, hambre, refugiados, malheridos, fervor, gritos. Bienvenidos a la tierra prometida, la tierra engañosa que no da leche y miel. 

PD: La foto que preside este horrendo artículo está sacada de una de mis películas favoritas, Vals con Bashir. Trata la matanza de palestinos en los campamentos de refugiados de Sabra y Chatila. Un genocidio casi olvidado que quiero recordar aquí. 

Por la otra parte, mencionaré el libro de David Grossman, La vida entera. Pocos libros enseñan tanto sobre la historia de Israel como éste. Espero que nos acerquen un poquito a la tierra prometida. 

CASQUILLOS DEL ESPANTO. 

Una explosión ilumina la noche oscura,

la sirena resuena en toda la ciudad,

el mundo anda escaso de ternura,

de perdón, de cariño, de piedad. 

En la playa de Sudaniya luchan insurgentes,

en Gaza continúan las judiadas,

entretanto nosotros vivimos pendientes

del pazguato de Messi y sus arcadas. 

La sangre se derrama bajo el cielo añil

mientras una familia se pregunta:

¿Dónde caerá el siguiente misil?

Un niño llora por su madre difunta,

Y ni Yahvé ni Alá escuchan su llanto,

estarán ocupados contando 

                los casquillos del espanto. 

     Marcos H. Herrero.