Destino equivocado.





Adicto a los problemas como soy, no sé como me he dejado conducir a esta maldita felicidad. Hoy en mi casa disfruto de silencio, se respira un ambiente calmo, diáfano, paciente. El sol entra por la ventana, no hay grietas ni goteras, los relojes silban las horas puntuales, los enemigos aplauden, mi gata (digo mi, pero yo soy más suyo que ella mía) suspira en el sofá, sobran caricias y besos, faltan lágrimas y temblores, Afrodita cuida mi catarro, mi desagradable tos. Ni siquiera tengo ya una historia que contarles, un relámpago que nos obligue a sonreír, a pensar, a rodar por el suelo con la piel de gallina. Ahora que asoma la primavera detrás de las cortinas y gana mi equipo, necesito un arañazo, una derrota que desordene el sístole y ponga patas arriba el diástole, una excusa para seguir siendo mal poeta. 
Un rayo de luz se cuela en la habitación entreabierta, el edredón sube y baja acompañando la respiración de Afrodita que duerme tranquila bajo las sábanas, Sabi tiene agua y comida para toda la noche, me sigue hasta la puerta para maullar su tierna despedida, apago las luces, en mi faltriquera guardo una pluma y el vértigo de ver gotas de vino cayendo por un cristal abrillantado. No llevo papel, siempre me gustaron las servilletas, son más deslenguadas que cualquier otra cosa, tampoco dejo una nota en el frigorífico que me proteja de reproches matutinos. Y así, bajo la luna que mueve las mareas salgo a la calle, donde las sombras hacen burla y se escucha mejor la llamada a la oración del muecín, que a estas horas, sirva de precedente, usted y yo ignoraremos, y el cielo se mantendrá negro y callado porque alguien dice: Buenas noches, le estábamos esperando. Porque alguien abre la puerta. Porque la niebla se abre paso para dejarnos entrar. 


Fuegos fatuos, desmadre y licores, ruido de gente,
intentaré meterles en el calor de este ambiente. 

Desde la mesa más oscura del bar
esculco a los indelebles parroquianos. 
Ojeras de un detective que sabe fumar,
rubias de bote, naves de marcianos. 

Trapecistas y mercachifles están en vena,
una viuda sin luto discute con su amante. 
Bailarinas y enanos delincuentes entran a escena, 
el camarero se queja ¡esto no hay quien lo aguante!

La sinrazón vuelve constipada del baño,
se vierten brindis y burbujas por la barra,
una mujer fatal, morena de pelo castaño,
deja que rompa sus medias el más bandarra. 

El pianista, al que nadie escucha, fusila
una sonata silenciosa y sin partitura. 
Desde el olvidado serrallo viene mi Sibila 
para profetizar que estos versos tomarán altura. 

Un taburete cojo debajo de un sombrero,
el profesor babea por unas tetas de saldo. 
Desde aquí veo las trapacerías del trilero
que estafa hasta el último centavo del aguinaldo. 

El abogado prepara un divorcio mañanero
absorbiendo los hielos de su quinta copa,
Sírvale otra al letrado ilustrísimo camarero,
haremos que los divorciados se besen en la boca. 

Un viejo verde sigue contando chistes verdes
que levantan la risa del tuerto en medio del clamor. 
Si soplas en los cuellos que nunca muerdes
volarán las servilletas garabateadas a mi alrededor. 


Cuando las luces se encienden salimos a un nuevo día derrotados, con risas cansadas, con un motivo más para luchar contra el calendario y sus caducifolias hojas. El cielo ha cambiado de color pero sigue callado. ¿Lo notan? Cuesta caminar recto por la acera, no se asusten, es el vértigo que produce aquél vino del que les hablé, otro taxativo arancel que pagamos al sentirnos vivos, el fusilamiento al amanecer sin arrepentimiento ni perdón. 
A duras penas logro meter la llave en la cerradura, dentro se escucha ese baile de pestillos que hacen los borrachos y los malos ladrones. Abro la puerta, Afrodita presenta su tempranera hermosura, el mundo la espera, huele a rutina, a perfume, a tostadas recién hechas. Yo huelo a fantasía, a tinta, a humo. ¡Qué hermoso es contrariar a las diosas que intentan imponernos un destino, casi siempre equivocado!  



         Marcos H. Herrero. 

Comentarios

  1. Magistral, Marcos. La lectura de tus versos se ha convertido en una necesidad. Son viajes intensos y adictivos. Se te ha echado en falta la semana pasada. Cuídate mucho.
    Un fuerte abrazo.

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    Respuestas
    1. ¡Cuánto me alegra leer tus palabras Karima! Gracias por tus agradables comentarios, por tu manera de rodar, haces de la reflexión un arte. Aprender y avanzar. Un abrazo.

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  2. Te superas a ti mismo a cada entrada. Sin duda este es uno de los mejores blogs de literatura en español. Sencillamente maravilloso.

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  3. Es una lectura que impresiona

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